México
En un evento histórico y lleno de simbolismo, la autoridad tradicional de los pueblos yaqui reconoció por primera vez el liderazgo de una mujer, entregando el bastón de mando a Claudia Sheinbaum Pardo, la futura presidenta de México. La ceremonia tuvo lugar en la ancestral ramada, el lugar más sagrado para este pueblo originario.
Acompañada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien firmó un decreto para restituir 12,978 hectáreas de tierras a los yaquis, Sheinbaum se comprometió a dar continuidad a los planes de justicia para las comunidades indígenas, considerándolos un resarcimiento histórico. Además, garantizó trabajar para que la reforma constitucional en materia de pueblos indígenas y afromexicanos sea aprobada gracias a la mayoría calificada en el Congreso.
El presidente López Obrador elogió a Sheinbaum, destacando su honestidad, preparación y experiencia, y remarcó su lucha por la justicia desde su juventud. En un gesto que provocó sonoros aplausos, afirmó que Sheinbaum "no es fifí" y siempre ha luchado por los más pobres y necesitados.
Desde la comunidad Vicam Pueblo en Sonora, Sheinbaum asumió el compromiso del bastón de mando, asegurando que habrá continuidad en la cuarta transformación y justicia para los pueblos originarios. Anunció la continuación de todos los programas sociales iniciados por López Obrador, incluyendo nuevas iniciativas para apoyar a mujeres mayores de 60 años y becas para estudiantes de preescolar, primaria y secundaria públicas.
El evento culminó con vítores y aplausos, mientras Sheinbaum reafirmaba su compromiso de trabajar con los pueblos indígenas y afromexicanos para garantizar sus derechos inalienables y la justicia para todos los mexicanos. López Obrador, destacando la preparación de Sheinbaum y su dedicación a los principios del movimiento, prometió regresar al pueblo yaqui antes de finalizar su mandato, asegurando la continuidad de todos los programas de bienestar.
Fuente: La Jornada